Ética -
Francisco Capella.
Ética -
Francisco Capella.
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Francisco Capella nos lanza un desafío en Ética, un libro que no se anda con rodeos ni busca complacer sensibilidades. Desde la primera página, nos deja claro que su misión es diseccionar la ética con bisturí filosófico, descartando sentimentalismos y supersticiones. Si alguna vez te has preguntado cuál es la base racional de la conducta humana y por qué algunas teorías morales fracasan, aquí tienes un manual afilado y sin censura.
Capella arranca fuerte distinguiendo ética de moral. Mientras la moral es un conjunto arbitrario de normas que varían según la cultura o la tradición, la ética es un sistema universal basado en principios racionales y objetivos. En otras palabras, la ética es la ciencia de la acción correcta, mientras que la moral muchas veces es una colección de dogmas heredados sin mucho escrutinio crítico.
Y aquí viene el primer golpe a los relativistas: Capella rechaza la idea de que "todo vale" en cuestiones de ética. Para él, hay normas fundamentales que emergen de la naturaleza humana y que pueden justificarse racionalmente. No es cuestión de opinión ni de consenso mayoritario.
El autor nos lleva por un recorrido evolutivo para explicar el origen de los valores humanos. La selección natural no solo ha moldeado nuestro cuerpo, sino también nuestras preferencias y estructuras morales. Sentimos empatía, buscamos justicia y rechazamos la agresión gratuita porque, a largo plazo, estos mecanismos favorecen la cooperación y la supervivencia. Sin embargo, Capella no cae en la trampa del "lo natural es bueno". Sabe que ciertos impulsos evolucionados pueden ser inadecuados en sociedades complejas y que la razón debe filtrar nuestras tendencias primitivas.
Si la ética es una ciencia, entonces debe cumplir con los requisitos de universalidad y coherencia. No basta con "sentir" que algo está bien o mal; hay que demostrarlo. Aquí es donde Capella se distancia de las éticas basadas en la religión, el contrato social o el utilitarismo ingenuo. La ética debe estar fundada en la naturaleza humana y en principios lógicamente consistentes, no en fantasías teológicas o construcciones arbitrarias.
Uno de los momentos más entretenidos del libro es cuando Capella destruye teorías éticas populares. Critica la idea de John Rawls y su "velo de ignorancia", mostrando que no es más que una fantasía intelectual desconectada de la realidad. También desmonta el mito del contrato social y el utilitarismo, demostrando que son enfoques inconsistentes o inadecuados para establecer principios éticos sólidos.
La gran lección aquí es que no todas las normas tienen el mismo valor: hay principios éticos racionalmente defendibles y hay construcciones ideológicas disfrazadas de ética.
Si hay algo que Capella defiende con fuerza es que la propiedad privada es la clave para evitar conflictos. La ética no puede ser una lista infinita de normas sobre cómo debería comportarse cada persona en cada situación. En su lugar, propone una metanorma simple pero poderosa: el respeto a la propiedad privada. Esto permite que cada individuo tome decisiones dentro de su propio ámbito de acción, sin necesidad de imposiciones externas arbitrarias.
También advierte sobre los peligros de las normas impuestas por la fuerza y de la corrupción de la ética por intereses políticos o religiosos. La ética verdadera, según él, solo puede basarse en el respeto mutuo y en la libertad de cada individuo para elegir su propio camino.
Capella no se limita a desmontar teorías filosóficas; también carga contra la religión y las tradiciones irracionales. Para él, la religión es una fuente de normas arbitrarias, muchas veces usadas para manipular a las personas. Sostiene que la ética no necesita de entidades sobrenaturales ni de amenazas divinas para ser válida. La razón humana es suficiente para descubrir principios éticos coherentes.
En cuanto a la tradición, la reconoce como una fuente de conocimiento acumulado, pero advierte que seguir normas solo porque "siempre se ha hecho así" es peligroso. La ética debe ser revisada críticamente y no aceptada por inercia.
Etica de Francisco Capella es una obra desafiante, directa y sin miedo a romper tabúes. Nos obliga a pensar la ética desde una perspectiva racional y a cuestionar muchas de las ideas que damos por sentadas. Su lectura no es para los débiles de corazón: está escrita con un tono afilado y combativo, pero precisamente por eso es tan refrescante y necesaria.
Si buscas una reflexión seria y sin concesiones sobre la ética, este libro es un viaje intelectual que no te decepcionará. Eso sí, prepárate para salir con más preguntas que respuestas, y con la sensación de que el camino hacia la ética verdadera es un desafío constante.