Consejo de 85 millones de dólares: Quitenle el celular a Milei.
Javier Milei antes de comenzar a ensuciarse con barro, representando con eso el ingreso de un supuesto “libertario” al poder político, explicaba muy bien y con la pasión que lo caracteriza, que esa cosa que los keynesianos llaman fallos de mercados no existen, porque en la realidad lo que están describiendo son intervenciones estatales en la sociedad. Irónicamente y jugando un poco con estas cosas imaginarias de quienes intentan mecanizar la economía, Javier Milei se ha convertido en una especie de “fallo de mercado humano keynesiano” para los libertarios.
Ahora intentaré explicar algo que es muy extraño pero demasiado interesante. Javier Milei intervino directamente y de forma nociva en los mercados de las criptomonedas, pero no lo hizo utilizando directamente el poder político con decretos o regulaciones, lo que realmente utilizó fue su fama justamente obtenida en el ascenso hacia la presidencia de Argentina, aunque las ovejas fanáticas de Javo dirán que este tipo de intervención en la sociedad lo realizó desde un punto intermedio entre una recomendación de un economista prestigioso y el uso del poder político en la sociedad (porque no uso directamente coacción) sigue siendo con todas sus letras una intervención exógena en la sociedad: una influencia política implícita desde el estado.
Hasta ahí no habría un motivo serio que me llevara a escribir sobre el tema sin embargo el día de ayer y luego de que el grandísimo error del presidente de Argentina llenará de titulares por todos lados señalando el caso como La estafa de Milei, una querida amiga utilizando chilenismos de grueso calibre me realiza el siguiente comentario “tu presidente les está ayudando arto con sus consejos de inversión, arruinar la poca confianza que la gente le tiene en las criptos es parte del plan o qué”. Primero y sinceramente, no creo que Milei haya arruinado la poca confianza que aun la gente tiene sobre el dinero no fiduciario y segundo no es mi presidente. Días antes a este caso en que se ve envuelto el experto en economía argentino, le expliqué a Sofía, mi querida amiga sarcástica, lo importante que es la estrategia contra económica y su pilar fundamental la descentralización del dinero como táctica necesaria, por eso realizó ese comentario una vez que conoce lo ocurrido con la “Estafa Milei” y es aquí el problema gravísimo que necesito exponer.
Ludwig von Mises y Murray Rothbard nos enseñaron lo importante de que el dinero no esté sujeto a la manipulación estatal y tenga una oferta limitada para evitar la inflación, en este caso Bitcoin, con su modelo descentralizado y basado en la escasez, representa un avance real en esa dirección.
"La inflación no es un acto de Dios, no es una catástrofe elemental, ni una enfermedad que llega como la peste. La inflación es una política…El dinero es un producto del mercado, no del Estado. No tiene sentido buscar su origen en la ley ni en actos de autoridad política." Ludwig von Mises, La teoría del dinero y el crédito, 1912.
"El gran crimen del Estado ha sido arrebatar al pueblo su derecho a elegir su propio medio de intercambio y reemplazarlo con dinero manipulado." Murray Rothbard, El hombre, la economía y el Estado, 1962.
Si este descuido del liberal libertario es causal de justificar un avance político de imponer regulaciones no solo nacionales sino que también internaciones contra las criptomonedas sería un golpe gigante contra la estrategia más importante que los libertarios tenemos: el intercambio de derechos de propiedad utilizando dinero no centralizado por el poder político”
Este error no es solo una cuestión puntual de ansiedad en los dedos de Milei cuando usa el celular, esto no se trata solamente de la farándula política atacando al mandatario de su país, por que sabemos bien que cada error del reformismo será utilizado por los socialistas para desprestigiar y atacar a los libertarios y desacreditar la viabilidad del libre mercado como única institución legítima para resolver problemas sociales. Esto es más que eso, esto que está pasando es una advertencia sobre un problema más peligroso: las distorsiones en el mercado por el reformismo “libertario” y sus consecuencias retrasando la estrategia legítima de la contra economía.